Los cuidadores de las personas dependientes y ancianos, especialmente si se trata de familiares, están sometidos a presiones psicológicas y emocionales muy fuertes. Su salud puede llegar a desgastarse y deteriorarse por culpa del estrés que les producen situaciones que, en ocasiones, les desborda, les desgasta y les preocupa de una manera muy intensa. Además, la falta de tiempo y la responsabilidad pueden provocar el descuido de sus propias necesidades.
La esfera psicológica y emocional de los cuidadores es, por tanto, uno de los aspectos que ha de atenderse de forma especial con el objetivo de prevenir la aparición de potenciales crisis anímicas. Esto es de suma importancia porque si practican el auto-cuidado estarán mejor preparados para afrontar el estrés y la depresión, tomarán decisiones más acertadas y brindarán a los queridos ancianos una atención de mayor calidad.
SÍNTOMAS DE TIPO EMOCIONAL EN LOS CUIDADORES DE LOS ANCIANOS
Los siguientes síntomas suelen aparecer cuando el cuidador se abandona a sí mismo:
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Ansiedad o depresión
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Insomnio
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Soledad o aislamiento
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Pensamientos negativos erróneos
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Dolencia física
INDICADORES DE ALERTA
Así que, si sientes alguno de estos síntomas, es porque no te estás cuidando suficientemente y has de prestar más atención a tu propia salud. A continuación te ofrecemos los signos de alerta, los indicadores de que algo está ocurriendo. Analízalos con detenimiento y comprueba si notas que se manifiesta en tu vida uno o varios de ellos. Son los que siguen:
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Cansancio, agotamiento físico e insomnio.
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Pérdida de interés por las aficiones habituales.
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Aislamiento social y familiar.
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Dificultades en la concentración y ansiedad.
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Dolencias físicas como molestias en el aparato digestivo, temblores en las manos, palpitaciones, etc.
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Cambios de humor e irritabilidad.
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Consumo excesivo de estimulantes como la cafeína o de relajantes (medicamentos para facilitar el sueño, por ejemplo). Presta especial atención al consumo de tabaco o de bebidas alcohólicas.
ACTUACIONES RECOMENDADAS PARA EL AUTO-CUIDADO
Ante la aparición de estos síntomas, habría que preguntarse: ¿qué he de hacer para evitar enfermar? Ponte manos a la obra cuanto antes.
Informarse
Lo primero que habría que hacer es informarse atendiendo a las diversas facetas del problema que estás detectando. En concreto, nos referimos a los aspectos de tipo sanitario, psicológico, jurídico y social.
En lo concerniente al aspecto sanitario, lo mejor es consultar con el médico sobre la dolencia que padeces para que la diagnostique, ponga un tratamiento, haga el seguimiento de la evolución de la misma, así como el pronóstico.
Hay también muchas afecciones que son de tipo psicológico. Convendría también que pudieras informarte sobre los aspectos emocionales e intelectuales de los mismos.
También puede que haya algún tipo de legislación que te favorezca con respecto al trastorno que padeces. No está de más conocerla para beneficiarse en lo posible de ella.
Lo mismo podríamos decir con respecto a los recursos sociales de los que disponga la comunidad y el ayuntamiento al que perteneces.
Comunicarse
Es muy conveniente compartir las experiencias y sentimientos con otras personas que se encuentren en una situación parecida a la tuya. Solo el hecho de identificar esos sentimientos, llegar a comprenderlos, exteriorizarlos, expresarlos, compararlos con los de los demás y poderlos compartir, ya es un paso enorme para combatir sus efectos negativos sobre tu salud física y psicológica.
Cuidarse
Para ofrecer la debida atención a tu familiar dependiente es necesario que te cuides tú también. Su salud está, en cierto modo, vinculada también a la tuya. Si no te cuidas, no lo puedes cuidar.
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Debes prestar atención a tu alimentación. Come sano. La dieta mediterránea es lo mejor. Hay que consumir frutas, verduras, legumbres, huevos, etc. Evita las grasas de origen animal.
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Dedica algún tiempo a hacer deporte o gimnasia para mantenerte en forma; de ese modo, los movimientos que realices para ayudar a tu familiar no te perjudicarán tanto.
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Descansa el tiempo necesario. Procura dormir las horas precisas. Si duermes con la persona mayor, busca un recurso en nuestra ortopedia online como los vigila bebés (muy apropiados para utilizar también con los ancianos, y que encontrarás en https://www.ortoweb.com/salud/bebe/vigilabebes, para que, de vez en cuando duermas en tu propia cama.
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Evita el aislamiento social dedicando algún tiempo a la semana a reunirte con tus amistades.
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No abandones tus aficiones. Aunque sea por poco tiempo, retoma alguna o comienza otra nueva.
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Cuando no encuentres soluciones y estés angustiada, busca ayuda y consejo de los profesionales en tu farmacia habitual y en tu ortopedia. En ella verás la cantidad de ayudas que hay para los ancianos en el hogar:
Camas articuladas y complementos:
https://www.ortoweb.com/equipamiento-hogar/camas-articuladas-y-complementos
Grúas de traslado especialmente indicadas para utilizar con ancianos y dependientes:
https://www.ortoweb.com/equipamiento-hogar/gruas-de-traslado-1
Material antiescaras para ancianos y personas dependientes:
https://www.ortoweb.com/equipamiento-hogar/antiescaras-1
Ayudas técnicas:
https://www.ortoweb.com/equipamiento-hogar/ayudas-tecnicas-para-el-hogar-1
Incontinencia:
https://www.ortoweb.com/equipamiento-hogar/incontinencia
Textil y ropa adaptada:
https://www.ortoweb.com/equipamiento-hogar/textil-y-ropa-adaptada
Y, sobre todo, no te olvides a ti misma; no te abandones, y piensa que todo lo que hagas por ti, lo haces por él o por ella.
En próximos artículos te hablaremos más detenidamente sobre los pensamientos negativos, el sentimiento de soledad, la falta de sueño y las dolencias físicas producidas por el estrés, la ansiedad e, incuso, la depresión. Si logras recuperar el ánimo, todo será más fácil para ti y más alegre para tu querido familiar.
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Un cordial saludo:
María Luisa Sánchez Vinader
Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación
Diplomada en Magisterio de Educación Especial y Pedagogía Terapéutica
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