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En este capítulo voy a repasar un poco estos pensamientos negativos que como cuidadores os rondan por la cabeza para dejar claro cuáles son y cómo afrontarlos.
Debido al estrés que estás soportando, lo más seguro es que percibas en tu interior que tu mente es un hervidero de fuertes sentimientos, en ocasiones, contradictorios y, casi siempre, negativos y perjudiciales para tu salud. Muchos de los pensamientos que te sobrevienen, fruto de la situación desbordante que estás viviendo, son erróneos y, sin embargo, no existe margen en tu cerebro para cuestionarlos. Los aceptas automáticamente como si fueran ciertos.
¿Por qué se producen los pensamientos negativos del cuidador?
Muchos de los pensamientos negativos son equivocados o, cuando menos, inexactos. Se producen por el intenso sentimiento de temor. El miedo es una sensación muy desagradable que se origina cuando sobreviene la percepción de un peligro. Este peligro no tiene por qué ser real; puede tratarse de un peligro potencial o imaginario.
En la mayoría de las ocasiones, los cuidadores familiares, debido a su gran preocupación, pretenden anticiparse a problemas futuros que, en realidad, no sabe si se presentarán. La angustia que sientes no te ayuda a resolver el problema, ni siquiera en el caso de llegar a materializarse.
Frases típicas de los pensamientos negativos de cuidadores familiares
Estas son algunas de las frases más típicas, seguro que más de uno va a verse reconocido:
- “Solo yo puedo cuidar a mí…”.
- “Mi obligación es ocuparme de…”.
- “Si yo no me ocupara de… nadie se preocuparía de él (o de ella)”.
- “Si perdiera tiempo en mí misma, sería una egoísta”.
- “He de dejar a un lado a mis amistades, trabajo o familia, y ocuparme en primer plano de mi…”.
- “Tengo que centrar mi vida en él”.
- “Solo yo lo entiendo y lo puedo cuidar”.
- “Solamente yo le cuido bien”.
- “Tengo que ocuparme de todo”.
- “Yo puedo con todo”.
¿Cómo afrontar y combatir los pensamientos negativos erróneos de los cuidadores familiares?
Para afrontar problemas emocionales como los que nos ocupan, lo mejor es seguir tres pasos fundamentales:
- Identificarlos y aceptarlos.
- Analizarlos.
- Poner los medios oportunos.
Para identificar cualquier tipo de problemática, suele ser muy útil verbalizarla. Procura expresar en voz alta esos pensamientos negativos. Ponte en contacto con personas que estén en situaciones similares para comentar con ellas lo que sientes (probablemente piensan de modo análogo). Por último, si tienes oportunidad, contacta con alguna asociación que organice reuniones de cuidadores familiares; de este modo te sentirás mejor y verás todo con más claridad.
A la hora de analizar los pensamientos negativos, es bueno que reflexiones sobre las propias limitaciones; esto te ayudará a marcarte objetivos reales y accesibles. Todos estamos limitados. Concienciarse sobre esta realidad es muy importante para resolver situaciones difíciles y complicadas.
El hecho de intentar alejarse de la situación suele ser una buena estrategia para efectuar un análisis correcto. Cuando vemos las cosas de cerca solemos estar más afectados y, por tanto, más influenciados negativamente por la situación. La realidad, entonces, se ve deformada y la consiguiente toma de decisiones, mucho más dificultada. Para alejarse del problema y lograr objetivarlo, existen técnicas psicológicas. En la actualidad, están muy de moda por su eficacia, las estrategias empleadas por la denominada “Inteligencia Emocional”.
Una técnica psicológica muy utilizada es la “visualización”. En ella se aprovecha que el cerebro, muchas veces, no distingue entre lo que es real y lo que es imaginario. De este modo, cuando pensamos que estamos mordiendo o masticando una fruta muy jugosa, las glándulas salivares se ponen en activo incrementando la producción de saliva.
Si visualizamos algo, hemos de hacerlo a solas, en un lugar tranquilo, y de forma relajada. Hemos de respirar despacio y hondo y cerrar los ojos. Puedes visualizar, por ejemplo, que eres la persona que cuidas y lo que querrías para ti y para tu cuidadora. Lo mejor, de todos modos, es acudir -aunque sea a través de alguna asociación- a las sesiones profesionales que sean necesarias. Lo apuntado aquí, es tan solo una idea para que conozcas esta posibilidad.
¿Qué hacer con los pensamientos negativos?
Cuando surgen los sentimientos o pensamientos negativos debemos aprender a manejarlos, para ello vamos a hacer un repaso de cuales suelen ser:
Tristeza
Es habitual una sensación constante de tristeza cuando va avanzando la enfermedad, ves que tu querido familiar ya no es el que era, que olvida las palabras, los hábitos de conducta, etc.
Como cuidadores veis que todos los días pasa por delante de vosotros la misma película pero cada vez con tintes más tristes, como es lógico ya que es un ser querido, la tristeza y la melancolía va en aumento.
Un ejemplo: Pepa está en su casa quiere llamar a su hija, pero se da cuenta de que no sabe llamar y se pone nerviosa. El cuidador intenta con todo el cariño recordarle como se hacía pero es inútil, aun se pone más nerviosa. En estos casos lo mejor es decirle a Pepa ¡no te preocupes! Cuando quieras llamar dímelo a mí y yo te ayudare.
Sin duda es una situación dolorosa y lo normal es tener un sentimiento de tristeza. Si nos abandonamos a la tristeza y la melancolía no podremos disfrutar de otros momentos felices.
Preocupación
Como es lógico os habréis informado de la evolución de la enfermedad y sabéis más o menos cuales van a ser los siguientes pasos, pero no es bueno estar constantemente abrumados por el futuro: hoy no ha sabido vestirse, mañana no sabrá utilizar los cubiertos y después ¿Qué se le olvidara? Mucho cuidado, no se debe vivir en una constante preocupación, eso es una tortura psicológica.
Hay que intentar serenarse y lo que sea será y ya lo afrontaremos lo mejor que sepamos. Por pensarlo y darle vueltas no va a mejorar su salud.
Hay que vivir el presente y no liarse la cabeza por un futuro incierto. Por pensarlo y darle vueltas no vamos a encontrar ninguna solución.
Soledad
Es un sentimiento muy habitual cuando hablamos del cónyuge del enfermo de Alzheimer, aunque también puede afectar a los hijos.
Si hablamos de pareja, esta no siente ni vive como antes su vida, los matrimonios amigos se van perdiendo, y es tremendamente difícil establecer nuevas amistades y nuevas relaciones cuando uno de los dos no puede participar.
Es de gran importancia no sentirse solo, hay que buscar amigos, grupos que compartan una misma afición, asociaciones, vecinos, etc. Internet es un sitio perfecto para localizar actividades y grupos cercanos a tu lugar de residencia.
Depresión
Este problema quizá esta provocado por la suma de todos o muchos de los pensamientos negativos que estamos analizando. Cuando los sentimientos que hacen a una persona infeliz no se mitigan o se equilibran con vivencias positivas, podemos entrar en una depresión.
Si la depresión es leve puede bastar con tener un respiro o unos días de vacaciones, descansando, realizando alguna actividad que nos guste, etc.
Si no hemos sabido detectarlo a tiempo y la depresión es grave hay que buscar un especialista que comprenda la situación y la trate de acuerdo a lo que considere más oportuno: ir a grupos de apoyo, grupos de terapia, medicación, etc.
Irritabilidad
Cuantas veces habéis dicho… estoy cansando del enfermo, nadie me ayuda, no tengo vida. La vida está pasando y día tras día solo veis penas, ninguna alegría.
Es lógico que os sintáis enfadados, es lógico que se os escape un grito, ya sea al enfermo o a algún familiar.
Aunque es fácil de decir y difícil de hacer, hay que intentar serenarse y contar hasta diez pensando que así no se arregla nada.
Intenta que durante un rato otra persona se haga cargo del enfermo y vete a la peluquería o intenta hablar con un amigo, aunque sea por teléfono, verás cómo te sientes después más relajado o relajada.
Vergüenza
Tu querido familiar hoy se ha puesto a gritar en mitad del supermercado, o ha intentado coger algo que no es suyo, o mil cosas más que pueden suceder y que os han dejado en evidencia.
Intenta no preocuparte y mucho menos sentir vergüenza, las personas que tienes alrededor seguro que sabrán comprenderlo, es una persona enferma.
Es importante hablar con los círculos más próximos, sobre todo si hay niños, hay que explicarles la situación de manera adecuada para que puedan comprenderlo y no se asusten.
Muchas veces si compartimos con otras personas las situaciones embarazosas que hemos pasado con el enfermo terminaremos riéndonos de la situación y de las ocurrencias que ha tenido el pobre.
Culpa
En mi opinión este sentimiento es inevitable. Bien porque hemos pasado situaciones conflictivas con nuestro familiar a lo largo de la vida, bien porque pensamos que no le estamos dedicando todo el tiempo necesario, bien porque estamos valorando el ingreso en una residencia, de una forma u otra aparece la sensación de culpa.
La intensidad con la que aparece este sentimiento puede llegar a convertir la vida del cuidador y su familia en un infierno. Para que esto no pase el cuidador debe:
- Aceptar que existe ese sentimiento de culpa
- Intentar descubrir las razones por las que se siente culpable: personales, sociales, etc
- Hablar de este tema con las personas más cercanas (familia, amigos) y si estos no saben ayudar buscar un psicólogo de confianza.
- Intentar replantear la situación, si hay algo que podamos modificar que nos haga sentir mejor sin duda hacerlo, pero si la situación no se puede cambiar hay que aceptarla, con sus pros y sus contras.
Resumiendo, no te atormentes por situaciones y problemas desagradables que tuviste con tu familiar cuando este tenía buena salud, es normal que lo lamentes, pero busca una lección positiva que te ayude a que ese problema no vuelva a repetirse con tu familia o para aplicarlo en tu vida cuando se te planteen nuevos problemas.
O bien, si entre todos habéis tomado la decisión de que vuestro familiar ya no puede estar en casa y que estará mejor atendido en un centro residencial especializado, no te atormentes pensando que no lo has cuidado lo suficiente. Podrás estar a su lado y cuidarlo el tiempo que consideres necesario aunque ya no este contigo en el mismo domicilio.
Fracaso, frustración, impotencia
En la última fase de la enfermedad es habitual tener estos sentimientos. Te has esforzado al máximo, has dado parte de tu vida para cuidar a tu querido familiar, pero la terrible enfermedad de Alzheimer no perdona, el enfermo está postrado en la cama y sus habilidades ya son nulas. ¿De qué sirve todo el esfuerzo que he hecho?
Son sentimientos que derivan del cansancio físico y mental que durante años llevas soportando.
Los amigos y la familia deben ser aquí el pilar donde debes agarrarte, sincérate con ellos, cuéntales tus sentimientos. Si esto no es suficiente ve a una terapia de grupo o consulta a un psicólogo.
El avance de la enfermedad es por desgracia irremediable a día de hoy, es algo que sabes desde hace años. El enfermo ha tenido el mejor de los cuidados gracias a ti, has hecho todo lo que estaba en tu mano.
Dificultad para afrontar la muerte biológica del enfermo
Si bien es cierto que la muerte en este tipo de pacientes es algo que sabemos que va a ocurrir, esto no quita para que sea menos triste y a que sintamos una enorme sensación de vacío.
El cuidador entra en una fase de duelo en la que hay que ir poco a poco distanciándose de los sentimientos tristes y depresivos.
El tiempo de duelo suele depender de:
- Edad del cuidador, una persona joven o adulta se recuperara antes que un anciano ya que dispondrá de mayor energía para adaptarse a una nueva vida sin ese ser querido
- Pero sobre todo la intensidad del duelo ira en función del papel que el difunto desempeñaba en la vida y realidad del cuidador, me explico, si el cuidador dejó todo para atender a su familiar enfermo suele producirse una actitud de recuerdo constante y una idealización del enfermo. Estos sentimientos agravan la tristeza y la depresión haciendo mucho más difícil que el cuidador se recupere y empiece una nueva vida.
Por supuesto las respuestas y reacciones ante el fallecimiento del enfermo son muy diferentes según sea el carácter de cada persona, pero por norma general suelen oscilar entre los 6 meses a los 2 o 3 años. Por desgracia hay casos en los que no se resuelve nunca.
Después de la muerte de un enfermo de Alzheimer el cuidador empieza una vida diferente. Los años vividos tienen que servir de experiencia para potenciar la confianza en sí mismo y en su valía personal.
Como actitudes positivas podríamos recomendar:
- Búsqueda de nuevas metas e ilusiones, tanto laborales como personales. De nuevo podrás dedicar tiempo a tus seres queridos: hijos, nietos, marido, etc.
- Emprende nuevas funciones, piensa alguna afición que siempre te haya gustado y retómala: deporte, estudios, lectura, etc.
- Potencia las salidas, viajes, volver a quedar con amigos.
Algunos consejos para cuidadores familiares
- Calibra las dimensiones de los problemas. A veces se hace, como suele decirse vulgarmente, “una montaña de un grano de arena”. Esto, por supuesto, no es literal. Tu situación es difícil y de dimensiones importantes. Para superarla, busca siempre ayuda.
- Nunca te culpes de las cosas que se escapan a tu control. Somos limitados y hacemos todo lo que podemos.
- No te cierres a los consejos de los demás. En ocasiones, creemos que sabemos todo sobre algún tema, pero eso no es cierto. Aunque no sea al pie de la letra, siempre podemos aprovechar alguna idea ajena en beneficio de nuestro familiar, sobre todo si proviene de profesionales sanitarios. Ten en cuenta que nosotros hemos estudiado y nos hemos formado para poder ayudarte.
- Infórmate de las ayudas económicas y sociales que hay en tu CCAA
- Acondiciona la casa con las ayudas técnicas que necesites para hacerte la vida más fácil. Si tienes dudas pregúntanos, estamos para ayudarte.
- No quieras resolver todo solo o sola, puedes enfermar. Busca una ayuda de confianza para dar de comer, por ejemplo, a tu familiar enfermo o anciano. Muéstrale cómo realizas tú esa tarea con él. Anima a la persona elegida para que realice esa labor delante de ti mientras le vas corrigiendo. Por último, dile que lo haga sola mientras la observas. Aunque al principio te cueste delegar algunas responsabilidades, a la larga te encontrarás mejor y verás cómo tu familiar está bien y no ha sufrido tanto como pensabas.
- Y, por último, procura cambiar la expresión “tengo que…” por “intentaré…”. Verás que todo va mucho mejor. Ten mucho ánimo. Lo estás haciendo francamente bien -si buceas en tu interior, descubrirás que es cierto-.
Eres una persona fuerte y estás afrontando un reto que nunca olvidarás. Llena de amor y ternura a esa persona que tal vez un día te gestó, te cuidó, e hizo por ti todo lo que pudo. Ahora que te ha tocado cuidarlo a ti, llena su rostro de caricias y verás que todos los desvelos y sufrimientos se convierten en una satisfacción, en una felicidad y en una alegría interior, que no todas las personas pueden lograr.
En nuestra ortopedia on line ortoweb.com podréis encontrar todo tipo de ayudas técnicas y productos de apoyo para adaptar la vivienda a las necesidades de la persona que cuidáis, para que tanto enfermo como cuidador podáis tener la mayor calidad de vida posible: elevadores de WC, barras y asideros, banquetas y sillas de ducha, ayudas para vestirse, ayudas para caminar, sillas de ruedas, etc.
Nuestro equipo técnico esta para ayudaros si tenéis alguna duda en el 976 900 902.
Podéis contactar también con nosotros a través del correo contacto@ortoweb.com
Saludos
Ana Arbonés Mainar
Farmaceútica
Técnico ortopédico
Ruth says
Gracias por esta nota, me edifico mucho y a digerir conmigo misma dicho proceso.
ortoweb says
Buenas tardes Ruth,
gracias por tus palabras, me alegro de que te haya resultado de interés y de ayuda. Aquí estamos para lo que necesites.
Besos.
Edgar Aguirre says
Mi pariente está empezando a olvidar donde dejo el dinero que li. Dice está en la casa pero no sabe dónde. Esta irritable. Esta acostumbrada a realizar todas lascosas cocinar, pagar las deudas de la casa , Luz.agua teléfonos etc cómo proceder.
fbtaguirre@yahoo.com
ortoweb says
Hola Edgar,
lo primero darte todo nuestro ánimo y apoyo. Estais al comienzo de la enfermedad, ella se está dando cuenta de que algo pasa pero quizá no sea consciente del problema en toda su crudeza.
Lo que viene por delante es duro y muy difícil.
Cosas muy importantes que debéis hacer:
– hablar con vuestro médico para que la valore, diagnostique el tipo de dolencia y ponga un tratamiento si lo considera oportuno
– contactar con la asociación de Alzheimer y otras demencias más próxima, iniciar con ellos terapias de estimulación cognitiva
– reunir a la familia, hablar con sinceridad sobre vuestras dudas y miedos y determinar una hoja de ruta
El avance de este tipo de enfermedades es muy variable de unas personas a otras, de cualquier forma tenéis que pensar en la persona que siempre habéis querido y darle todo el amor que se merece. Si todos estáis unidos el camino será mucho más fácil.
Aquí estamos para todas las dudas que puedan surgirte.
Un abrazo.
Milton amezquita says
Las gracias totales…
ortoweb says
Buenas tardes Milton, gracias a ti por tus palabras, me alegro de haberte sido de utilidad.
Saludos.