Lámparas médicas de infrarrojos
Las lámparas médicas de infrarrojos constan de unas bombillas especiales que emiten rayos infrarrojos bajo una luz roja, amarilla o naranja. Esta luz, es capaz de adentrarse en la piel emitiendo calor, para poder tratar como con la termoterapia, lesiones y dolencias a nivel reumático y muscular, ofreciéndonos la posibilidad de trabajar con zonas muy concretas y sin afectar a las contiguas.
Lámparas médicas de infrarrojos
Las lámparas médicas de infrarrojos constan de unas bombillas especiales que emiten rayos infrarrojos bajo una luz roja, amarilla o naranja. Esta luz, es capaz de adentrarse en la piel emitiendo calor, para poder tratar como con la termoterapia, lesiones y dolencias a nivel reumático y muscular, ofreciéndonos la posibilidad de trabajar con zonas muy concretas y sin afectar a las contiguas.
Las lámparas médicas de infrarrojos de uso profesional:
Están compuestas por una peana de ruedas giratorias con o sin frenos, y un brazo flexor en el que está acoplada una campana con una bombilla especial de 150 o 250W. Su calidad vendrá determinada por:
1.- la potencia de la bombilla, siendo lo más indicado 150W como media general, y 250W para casos o profesionales más exigentes
2.- la inclinación del brazo del foco para poder acercarnos al máximo al paciente, pero siempre manteniendo la distancia de seguridad de entre 30 y 50 cms.
3.- el diámetro de la campana, ya que a mayor diámetro mayor campo de actuación.
Su funcionamiento es muy sencillo, puesto que basta con orientar el foco de infrarrojos a la zona a tratar, poner un temporizador para no abusar del tiempo de exposición y dejarlas actuar.
Una vez calentada la zona, el médico o profesional acompañará el tratamiento con los ejercicios o terapias adecuadas a tu lesión. También debes de saber que estos aparatos emiten un tipo de calor que no aguantan todos los virus, bacterias o diferentes microorganismos, acabando con ellos y sus posibles infecciones.
Las lámparas de infrarrojos domiciliarias:
Están indicadas cuando queremos hacer una terapia de calor y rehabilitación adicional o complementaria en casa. Su pequeño volumen y facilidad de manejo las hace un instrumento indispensable en lesiones o tratamientos musculares y reumáticos.
Pero ojo, hay que saber unas pautas imprescindibles antes de comenzar a usarlas:
1.- Si vamos a tratar una zona de la cabeza, tienen que transcurrir un mínimo de 4 horas entre sesión y sesión, y debemos mantener siempre los ojos cerrados no mirando directamente la bombilla.
2.- La lámpara debe proporcionarnos una sensación calorífica moderada, no llegando nunca a la sensación de quemazón, y por supuesto no ser usada ni con cremas ni con aceites, puesto que no es una lámpara bronceadora.
3.- Si tienes una lesión reciente, evita su uso durante las primeras 24h, hasta que la circulación sanguínea se estabilice.
4.- Controla siempre tu tiempo y distancia de exposición, no superando nunca los 15 m. y no exponiéndonos nunca por debajo de los 30 cms de distancia.
Además de la terapia rehabilitadora, podremos obtener unos beneficios añadidos como:
- Eliminación de toxinas y exceso de piel muerta
- Rebaja del dolor muscular
- Activación de la circulación sanguínea
- Mejor bombeo de flujo sanguíneo evitando sobreesfuerzos del corazón