Cuanto mayor es la edad de una persona, mayor va siendo, por regla general, la cantidad de medicamentos que se ve obligada a consumir. Además, surgen problemas adicionales como la pérdida de la memoria, la mayor sensibilidad a la medicación, etc.
La mayoría de los estudios realizados sobre medicación en personas mayores siguen la línea del análisis sobre los gastos farmacéuticos que origina este tipo de población, situándolo en el 80 % aproximadamente. Por otro lado, señalan también que la media de fármacos consumidos por persona y día oscila entre los 4,5 y los 8 fármacos.
Hay que tener en cuenta que el consumo de 4 o más medicinas distintas se viene denominando polimedicación. Últimamente, los médicos huyen en lo posible de esta polimedicación o polifarmacia.
Pero el problema de la medicación en personas mayores va mucho más allá del aspecto económico. Veremos a continuación algunas de las dificultades que le surgen a la población mayor de 65 años con respecto al consumo e ingesta de medicamentos y apuntaremos también algunas recomendaciones de interés encaminadas a paliarlas aunque solo sea parcialmente.
Dificultades
En muchas ocasiones las personas mayores viven solas, tienen olvidos y enfermedades crónicas. El aislamiento social y familiar constituye una de las dificultades más penosas para la vida de estas personas que ven mermadas sus facultades.
Problemática en geriatría
Las personas mayores, además de tener, en general, problemas con la memoria (demencia senil, depresión, Alzheimer, etc.) suelen presentar un metabolismo deteriorado. Eliminan con más dificultad las sustancias por el envejecimiento del sistema excretor. Los riñones filtran peor y el hígado purifica menos la sangre. La medicación, a veces, produce más efecto o presenta mayores complicaciones.
Dado que suelen tener más patologías, los medicamentos han de administrarse con gran cuidado y realizar un seguimiento exhaustivo de la evolución, especialmente en este tipo de pacientes.
También las dificultades para expresarse y para recordar hacen más difíciles los intercambios de información entre el paciente y el médico. La comunicación y la confianza mutuas serán de gran ayuda para evitar los problemas de medicación en personas mayores.
Algunas recomendaciones de interés para la persona afectada
- Procura seguir al pie de la letra las indicaciones de tu médico. Ten en cuenta la distribución (1 comprimido cada 8 horas, por ejemplo), la cantidad y la duración del tratamiento.
- Pide al médico que deje todo por escrito para que puedas consultarlo.
- No repares en volver a la consulta si la letra no es legible o si no te ha quedado claro cómo se debe administrar el fármaco o los fármacos en cuestión.
- Cuando empieces a tomar un medicamento nuevo observa si te hace mucho o poco efecto o si notas en tu organismo alguna reacción que no tuvieses antes. Comenta cualquier tipo de novedad a tu médico lo antes posible.
- No mezcles los medicamentos que estás consumiendo habitualmente con los que dejaste de consumir o con los ocasionales. Utiliza un cajón o departamento distinto o pide a algún familiar que te guarde los que no estés utilizando. En caso de no ser necesarios, llévalos al contenedor de tu farmacia para que sean desechados sin contaminar.
- Utiliza pastilleros que te ayuden a distribuir la medicación y a saber si has ingerido la correspondiente a cada toma. En tu ortopedia te recomendarán el más adecuado y útil para ti.
- Descarta por completo la automedicación. Si sospechas o notas que una medicina te sienta bien, coméntaselo a tu médico antes de tomarla, aunque se venda sin necesidad de prescripción facultativa. Puede interferir con algún otro medicamento que estés consumiendo o perjudicarte con respecto a alguna de las patologías o desequilibrios que padece tu organismo.
- Si recibes en casa la visita de tus nietos u otros niños, guarda las medicinas fuera del alcance y de la vista de los mismos.
- Si notas que no controlas bien la medicación, no dudes en pedir ayuda lo antes posible.
Algunas consideraciones de interés para los cuidadores sobre la medicación en personas mayores
- Lo más importante es valorar lo más objetivamente posible la situación mental y física del dependiente para saber hasta qué punto puede hacerse cargo de su medicación.
- No abochornes a tu familiar. Toma medidas y soluciones que lo ayuden a afrontar su nueva situación más deteriorada. Dale cariño y ayuda. Es lo que necesita. Según su discapacidad, planifica sus tomas y, en los casos más graves, adminístraselas personalmente.
- Separa las medicinas habituales de las ocasionales.
- Proporciónale todo tipo de estrategias que eviten una mala administración de los fármacos.
- Observa la reacción de tu familiar frente a los fármacos de nueva administración y comenta al médico cualquier eventualidad.
- Procura acompañar a tu familiar a la consulta médica y llevar escrito un resumen de su historial así como un listado de las medicinas que toma. Informa lo más posible a tu médico de su situación y del efecto que le producen los fármacos. Ante cualquier duda, vuelve a la consulta y pregunta.
- Pide al facultativo la presentación del medicamento más adecuada para tu familiar. Por ejemplo, hay personas que no tragan bien los comprimidos o las cápsulas. Explícale bien su situación. Incluso hay quienes no toleran bien ciertos sabores. Mentalízate y explica a los demás que no se trata de caprichos sino de mayores dificultades.
- Infórmate en tu ortopedia y en tu farmacia sobre ciertos productos como pastilleros, dosificadores o trituradores de comprimidos:
- Si no puedes atender a tu familiar mayor personalmente, informa adecuadamente a la persona en la que has delegado la tarea y comprueba que el control de las medicinas se realiza de forma satisfactoria.
Algunas consideraciones a tener en cuenta por los laboratorios farmacéuticos
Los laboratorios farmacéuticos deben hacer un esfuerzo por investigar y fabricar los fármacos con distintas presentaciones de forma que puedan dispensarse y prescribirse teniendo en cuenta el caso particular de cada uno de los mayores que los necesitan. Cierto es que esta labor la llevan a cabo en la actualidad, pero todavía son muchos los retos que se les presentan en este sentido.
Los envases también deben facilitar la manipulación y el control por parte de los pacientes afectados que tengan dificultades físicas y mentales añadidas. A parte del sistema Braille que ya se ha extendido, las fechas de caducidad, por ejemplo, deben estar bien visibles e impresas con caracteres de gran tamaño.
Medicación en personas mayores: farmacias y ortopedias
Las farmacias y las ortopedias siempre son las mejores aliadas de las personas con discapacidad. Ayudan, aconsejan y buscan los productos más adecuados para las personas mayores. Constituyen uno de los mejores apoyos para los mismos. El personal suele tratar a estas personas con paciencia, amabilidad, eficacia, y cariño. Su colaboración en este tema es crucial. También el personal ATS es indispensable en el buen uso de los medicamentos por parte de las personas que ven mermadas sus capacidades.
Algunas recomendaciones de interés para los facultativos
Es de justicia señalar y alentar a los médicos para que tomen conciencia de varios aspectos relacionados con las personas mayores. Cierto es que la mayoría de los facultativos ofrecen un trato adecuado a este tipo de pacientes, pero no está de más recordar algunos puntos indispensables:
- Las personas mayores necesitan que se les dedique más tiempo que a las demás. Tenga paciencia con ellas para que les de tiempo a recordar lo que tienen que consultar y explicar sobre su situación.
- Explique con sencillez y claridad el diagnóstico y el tratamiento.
- Dele todo por escrito con letra legible o impresa.
- La información debe ser mutua. El feed-back es indispensable. Dé tiempo a su paciente para que se explique e insista en que vuelva para conocer el proceso y el progreso que experimenta con el tratamiento. De este modo, podrá comprobar su efecto, interacción con otros medicamentos y efectos secundarios en su caso.
- Si nota que no le entiende bien, insista en que vuelva con algún familiar.
- Nunca piense que su paciente es pesado y que va para quejarse y que le hagan caso. Si la persona acude a su consulta es porque lo necesita de un modo u otro o porque no se siente bien y no sabe expresarse adecuadamente.
- No deje de visitar periódicamente a su paciente -no solo cuando se le requiere-. Hay que controlar la evolución.
- No desdeñe nunca la información que le ofrece el cuidador o cuidadora. Al fin y al cabo es el que conoce a fondo al enfermo mayor de edad y dependiente. Es el que sabe los síntomas que manifiesta cuando no se encuentra bien y conoce sus reacciones incluso en el caso de no poder hablar el enfermo o de no poderse expresar.
Administración competente en materia sanitaria
Todos los esfuerzos que realicen las administraciones competentes en esta materia con respecto a este tipo de población indefensa, necesitada de ayuda y apoyo, es poca. Los ambulatorios deben contar en atención primaria con especialistas en geriatría del mismo modo que cuentan con pediatras que atienden a los niños. Se trata de los dos sectores de población más desvalidos y hay que paliar esta carencia cuanto antes.
Muchos cuidadores se ven desbordados con sus tareas y su entrega y la medicación en personas mayores es un aspecto fundamental. No pueden, por tanto, dedicar tiempo en asistir a reuniones y colaborar con asociaciones adecuadas que les ayudara en su problemática. Si pudieran dedicarse más a ellas, reivindicarían con fuerza la subsanación de esta carencia de nuestro sistema sanitario tan eficaz en el tratamiento de la mayoría de las patologías.
Conclusión final
La sociedad, las instituciones y los familiares han de volcarse en el cuidado de las personas mayores. El mundo no se divide entre niños, jóvenes, adultos y mayores. En realidad todos llegaremos, tarde o temprano -si algún accidente o enfermedad no lo impide- a la tercera edad. Por eso es tan importante cuidar a nuestros mayores, no permitir que se encuentren aislados y darles todo el tipo de cuidados, atenciones y cariño que se merecen. La satisfacción que se siente con ello proporciona una felicidad sin igual y tal vez un día podamos gozar de similar trato en nuestra ancianidad.
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Un cordial saludo:
María Luisa Sánchez Vinader
Licenciada en Filosofia y Ciencias de la Educación
Diplomada en Magisterio de Eduación especial y Pedagogía terapeútica
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