La incontinencia urinaria se produce cuando se pierde el control vesical, es decir, cuando la persona afectada no puede evitar que se escape la orina de la uretra. Se trata de un problema que afecta al menos al 15 % de los mayores de 75 años, siendo más frecuente en las mujeres que en los hombres. En concreto, en España, la sufren 4 millones de mujeres y 2 millones de varones. Pero no se trata de algo que no tenga solución. En la actualidad son muchos los tratamientos y las medidas que se pueden tomar según cada uno de los casos.
En efecto, ni todas las personas mayores la sufren ni todas las incontinencias son iguales.
Tres tipos de incontinencia urinaria:
- La incontinencia urinaria por esfuerzo: Suele ocasionarse al hacer algún tipo de actividad física, al estornudar, toser o, incluso, al reír.
- La incontinencia por urgencia: Surge cuando la persona siente una necesidad imperiosa de ir al baño pero no le da tiempo a llegar.
- La incontinencia por rebosamiento: Ocurre cuando no se puede vaciar la vejiga completamente, por lo que sigue goteando incluso después de ir al baño.
- La incontinencia mixta: Combinación de algunas de las anteriores.
Las causas pueden ser muchas y variadas, desde las más leves como la debilitación de la musculatura del suelo pélvico, a las más graves causadas por demencia, cáncer o Alzheimer, pasando por simples infecciones de orina, lesiones o efectos secundarios de ciertos fármacos.
Sea como fuere, la persona mayor suele retraerse a la hora de mantener una vida social activa cuando se ve afectada por este problema. Si notas que empieza a sucederte a ti o a algún familiar allegado, no debes desanimarte ni deprimirte porque hay muchas soluciones para que puedas volver a sentirte como antes. Lo primero es visitar a tu médico o geriatra. Él te aconsejará el mejor tratamiento considerando tu caso.
Tratamientos
Los tratamientos son muy variados según las causas y la gravedad. Para los casos más comunes de incontinencia urinaria son muy eficaces los ejercicios de fortalecimiento de la musculatura del suelo pélvico o ejercicios de Kegel. También el llamado “biofeedback” o biorretroalimentación por medio de sensores que ayudan a reconocer las señales corporales y a recuperar el control muscular. Así mismo, existen programas de registro y control de las visitas al cuarto de baño y los cambios en los hábitos alimentarios y de estilo de vida.
Para otro tipo de casos, no hay más remedio que acudir a los pañales de noche y de día, la medicación o la cirugía.
En nuestra ortopedia online puedes adquirir orinales, cuñas, asientos con inodoro, etc. para tenerlos a mano por la noche y evitar el desplazamiento al cuarto de baño si surge la urgencia. Del mismo modo, existen sillas especiales y sillas de ruedas adaptadas para facilitar la evacuación a las personas mayores con movilidad reducida.
Pero lo principal de todo es no desanimarse, acudir al facultativo y seguir viviendo con ilusión y entusiasmo para disfrutar de lo mejor de la vida con los amigos, conocidos y familiares.
Y como siempre, si tienes alguna duda, nuestro equipo técnico está a tu disposición para ayudarte.
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Un saludo
María Luisa Sánchez Vinader
Licenciada en Filosofia y Ciencias de la Educación
Diplomada en Magisterio de Eduación especial y Pedagogía terapeútica
Rebeca Pastor says
Estaba buscando información sobre esto y he llegado aqui, a mi madre esta pasandole desde hace unas semanas. Me ha servido muchísimo este artículo, trataremos de realizar algunos de vuestros consejos y ya os cuento 🙂 Gracias
ortoweb says
Hola Rebeca, me alegro de que os haya servido, aquí estamos para lo que necesites. Saludos.